Son muchos los monumentos históricos de Tierras Altas en los que pueden encontrarse estelas funerarias romanas de gran interés arqueológico. En esta comarca, habitada por los celtíberos en época prerrománica, existió una importante presencia romana tal y como atestiguan estos objetos que han sido conservados en nuestros numerosos templos religiosos. Una combinación de elementos romanos y medievales que puedes presenciar con tus propios ojos.
Ermita de Valdeyuso en Vizmanos
Entre los pueblos de Vizmanos y Ledrado se ubica este templo, conocido también como Ermita de la Virgen de Val de Ayuso, un lugar de peregrinación y devoción, donde los fieles acuden para rezar, hacer ofrendas y buscar protección espiritual. Además de su significado religioso, la Ermita también es apreciada por su belleza natural y el enclave donde se encuentra, razón que la convierte en un destino popular tanto para los habitantes locales como para visitantes.
Es un modesto edificio de mampostería que estuvo en ruinas hasta su reciente restauración, impulsada por los párrocos y con la ayuda de voluntarios. Consta de una nave única, con una espadaña reconstruida, entrada en el lado sur y una cabecera con ábside semicircular. En el interior el arco que separa la nave del presbiterio, está adornado con pinturas del final del siglo dieciocho o principios del diecinueve.
Cuenta con dos estelas romanas en su interior, con inscripciones de gran interés histórico y arqueológico. Una dedicada a Aemilius Maternus, ubicada en un banco corrido y que cuenta con dos bustos y un toro grabados además del texto recordando al difunto. La otra estela se encuentra en el umbral de entrada y está dedicada a Antestia Serana. También tiene doble decoración, con un texto y elementos figurativos.
Fuente de Vizmanos e Iglesia de San Martín
A las afueras del pueblo de Vizmanos, pero perfectamente accesible tras un breve paseo desde el centro, se encuentra la iglesia románica de San Martín. Es un edificio religioso del siglo doce que destaca por su sencillez y la sobriedad características de la época en que se construyó. Presenta una planta rectangular y una única nave, con un ábside semicircular en la cabecera. Su estructura está construida principalmente con mampostería, aunque se pueden apreciar algunos sillares en las esquinas y en los vanos.
Uno de los elementos más característicos de la iglesia es su torre campanario, de planta cuadrada y rematada por una cubierta a cuatro aguas, que es un punto de referencia en el paisaje de Vizmanos. Posee también una estela romana, un ejemplo más de la rica herencia funeraria dejada por nuestros antepasados.
A pocos metros, en el interior del pueblo, encontramos también la fuente de Vizmanos, un lugar de gran importancia histórica y cultural en la localidad. Además de abastecer de agua a la comunidad durante generaciones, alberga en su entorno dos estelas romanas con inscripciones en latín. La primera de ellas está dedicada a Aemilius Maternus, con una cabeza grabada en la parte superior y un texto en la inferior. La otra estela no contiene el nombre de a quien fue dedicada, pero si su edad y un bóvido.
Iglesia de Valloria
En este pequeño pueblo al sur de Vizmanos, en el valle del río Cidacos, se ubica este templo parroquial consagrado a Santo Tomás. Es una construcción modesta, de estilo moderno, con sacristía de 1776. Está levantada en mampostería y fue sometida a una reforma en 1998.
Posee una única nave con techo de madera, cabecera cuadrada y una entrada abierta en el muro sur, resguardada por un pórtico. El elemento más destacable es la estela romana dedicada a Sempronia Flava, datada del siglo dos e incorporada en la jamba izquierda de la entrada. Cuenta con los elementos característicos de estas estelas encontradas en distintos puntos de la comarca: un texto dedicado al difunto y elementos figurativos, como una cabeza y un bóvido.
Los únicos vestigios de su pasado románico se evidencian en las dos impostas reutilizadas en la construcción de la espadaña y en una hermosa pila bautismal conservada en el fondo de la nave. Este elemento, hecho de arenisca, presenta una forma troncocónica y aún exhibe una decoración exquisita con redecilla en forma de rombo y arquillos de medio punto.
Iglesia de Las Aldehuelas
A medio camino entre los dos barrios que conforman el pueblo de Las Aldehuelas se encuentra la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Socorro. Desde el barrio principal se puede acceder a la misma a través de un breve paseo de 200 metros que comienza en la parte baja, cerca del río Cidacos. Desde la zona de Barriobajeros, la distancia es similar, con la salvedad de que debe cruzarse la carretera que discurre por la zona.
Construida en el siglo dieciocho, la iglesia ha sido mantenida en buen estado a lo largo de los años, lo que permite a los visitantes apreciar su belleza y esplendor originales. Junto a la entrada se encuentra el ara romana dedicada a las Ninfas, reutilizada como pila de agua bendita.
Colocada de manera invertida, resulta curioso que un elemento dedicado a estas deidades menores asociadas al agua, a la vida alegre, a la poesía y a la danza, sea ahora recipiente para el agua bendecida con la que se persignan los feligreses. Otro de los tesoros que alberga esta iglesia es la talla policromada de la Virgen del Sepulcro, de estilo románico tardío.
Iglesia de Palacio de San Pedro
En este pueblo cercano a San Pedro Manrique encontramos la iglesia parroquial de San Bartolomé. Destaca por su imponente espadaña, que alberga dos campanas fundidas en 1914 y 1921, cuyos sonidos aún marcan los acontecimientos de la vida comunitaria.
En su interior, encontramos elementos simbólicos que representan la sacralidad y la tradición religiosa, un baptisterio con su pila bautismal y un altar romano invertido que se usa como pila de agua bendita. Este elemento está dedicado por Cornelius Celsus y Cassi Materna a las Matres, divinidad femenina triplicada que se encarga de la protección de la salud, de la fecundidad humana y la fertilidad de la tierra.
El retablo del altar mayor, dedicado a San Bartolomé, preside el espacio sagrado, acompañado por dos peanas que albergan imágenes de santos venerados por la comunidad. En el lado del Evangelio, un retablo del año 1625 muestra la imagen de Cristo Crucificado y la Virgen en oración, flanqueada por lienzos de santos. El interior cuenta con un retablo decorado con los escudos de los patronos, la familia Valdeosera, quienes financiaron la construcción y decoración de la capilla.
Fuente de Navabellida
También en la órbita de San Pedro Manrique, a menos de diez minutos en coche, nos encontramos con la pequeña localidad de Navabellida. Este pueblo cuenta con una fuente que representa uno de los ejemplos más notables de epigrafía romana en piedra de la comarca.
En ella podemos observar una estela de forma alargada y que está dedicada en primer lugar a Antestia Onse, produciendo el hecho curioso y poco común de que sea una mujer la que encabeza la inscripción. También aparece Emilio Serano, quizás su marido.
Se trata de un elemento de gran importancia histórica y cultural que nos permite tener acceso a la identidad de estas mujeres y hombres que vivieron en Tierras Altas hace dos mil años, gentes indígenas que se incorporaban poco a poco a la cultura romana.
Ermita de la Virgen de la Peña
En San Pedro Manrique, el núcleo poblacional más importante de Tierras Altas, se encuentra la que fue una de las cuatro parroquias con las que contaba antiguamente el municipio, pero el paso del tiempo llevó a su derrumbe en el pasado siglo. Tras su completa restauración, cuenta con un cimborrio octogonal y su característica fábrica de mampostería de piedra.
Se trata de un edificio muy especial y representativo, ya que a sus pies se localiza el recinto en el que se celebra una de las fiestas más importantes de la provincia de Soria: el Paso del Fuego. Un espectacular rito en el que devotos sanpedranos cruzan descalzos una alfombra de brasas en la noche de San Juán.
Esta ermita también alberga la misa del día de las Móndidas, durante la que estas tres mujeres, emulando rituales que posiblemente se remontan a época romana, hacen la ofrenda de los arbujuelos o cestos adornados con flores y varitas de harina y azafrán que llevan en la cabeza.
En el muro sur se encuentra integrada una estela funeraria de época romana en la que Sempronia Titulla pedía por su difunta hija Antestia Titulla a los dioses Manes. Al igual que en las fiestas referidas, estas inscripciones demuestran que los elementos paganos y las creencias cristianas se funden a la perfección.
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